Nyx Zepeda, de ser contadora a piloto de globos en México y España.
Acostumbrada a mirar la vida desde lo alto, en concreto, desde 6.000 pies o más, subida a la cesta de un globo aerostático, una afición que ha convertido en su forma de vida desde que visitara por primera vez un festival de globos en su México natal.
“Yo era contable y ahora mi oficina es mucho más bonita”, mencionó en una entrevista, con motivo de su participación en el vigésimo Open de Valladolid de Aerostación.
“O tienes dinero o tienes tiempo”, ha reconocido Zepeda, que ha explicado que al precio del material hay que añadir la formación, que compara con “una autoescuela”, donde a los estudios teóricos hay que sumar las horas de vuelo, además del mantenimiento, el remolque y los desplazamientos.
Zepeda obtuvo su título en España, donde se instaló hace siete años con su marido y con sus dos perros, que les acompañan a muchas de las “regatas”, y donde montaron una empresa en la que instruyen a nuevos pilotos y hacen vuelos comerciales, principalmente en Madrid y Segovia.