Carlos relata con entusiasmo cómo las modernas unidades del Va y Ven han simplificado enormemente su movilidad. Ya no se trata solo de llegar a sus citas médicas o realizar diligencias cotidianas, sino de experimentar una verdadera libertad de movimiento dentro de su propia ciudad. Para él, el Va y Ven no es simplemente un medio de transporte, sino su conexión vital con el mundo exterior, un enlace que no solo facilita su vida diaria, sino que también influye positivamente en su salud emocional.
Pero las ventajas del Va y Ven no se detienen ahí. Carlos destaca con gratitud la asequibilidad de este sistema en comparación con otras opciones de transporte. Además, el proceso de adquisición de su tarjeta inteligente fue una experiencia positiva, caracterizada por la eficiencia y la amabilidad del personal encargado. Aunque reconoce que aún existen áreas de mejora en cuanto a la accesibilidad en ciertas zonas de la Ciudad de México, Carlos ha encontrado en el traslado a Mérida un cambio significativo.
«Mi experiencia con el Va y Ven es más que un testimonio personal», enfatiza Carlos. «Es un reflejo de la importancia vital de la accesibilidad para transformar vidas». En sus año y tres meses de residencia en Mérida, ha sido testigo de cómo la implementación de soluciones accesibles en el transporte público puede abrir nuevas puertas y oportunidades para las personas con discapacidad.
Con su voz, Carlos no solo aboga por un transporte público más inclusivo, sino que también nos invita a reflexionar sobre el impacto profundo y duradero que la accesibilidad puede tener en la vida de las personas. Su historia es un recordatorio poderoso de que, cuando eliminamos las barreras, creamos un mundo donde todos podemos movernos con libertad y dignidad.