Durante los trabajos de remodelación en el centro de Tizimín, se han descubierto indicios que sugieren la posible presencia de un cenote o caverna subterránea. Este hallazgo ha generado gran interés, especialmente después de que el historiador José Luis Pérez Salazar planteó la hipótesis de que debajo del centro histórico de Tizimín podría existir un sistema de cuevas o un cenote, basándose en la observación de estalactitas, estalagmitas y minerales similares a cuarzos encontrados en la zona.
Las estalactitas y estalagmitas son formaciones rocosas que se desarrollan en ambientes subterráneos a lo largo de períodos muy extensos de tiempo, a menudo millones de años. Su formación se produce por la precipitación de minerales disueltos en el agua que gotea desde el techo de una caverna o gruta. La presencia de estas formaciones en el centro de Tizimín sugiere la posible existencia de un sistema subterráneo de cuevas o un cenote en las proximidades.
El proceso de formación de estas estructuras implica la combinación de minerales como silicio, litio, oxígeno y otros elementos presentes en la roca y el agua subterránea. Esto refuerza la teoría de que el área bajo el centro histórico de Tizimín podría albergar una cavidad considerable, posiblemente un cenote, que ha sido moldeada por procesos geológicos a lo largo de un período de tiempo significativo.La idea de que el Parque Francisco Cantón Rosado podría estar ubicado sobre una gran cavidad subterránea o un cenote es intrigante.
Este parque es un lugar emblemático en Tizimín y su posible conexión con un fenómeno natural tan impresionante como un cenote añadiría una dimensión fascinante a su historia y atractivo. Este descubrimiento potencial resalta la importancia de seguir investigando y preservando el rico patrimonio natural y cultural de la región de Tizimín.