La actividad pesquera en el puerto de Progreso ha impulsado la economía local, especialmente en el centro comercial, donde las ventas han experimentado un aumento notable.
Según Jimena Fernández, una comerciante local, la apertura de la captura del mero y la llegada de barcos viajeros en busca de esta especie han generado un aumento del 80% en las ventas, especialmente en tiendas de ropa, calzado, papelerías y supermercados.
Además, los supermercados y el mercado municipal han experimentado un aumento en la venta de víveres, mientras que restaurantes, cantinas, bares y expendios de bebidas alcohólicas han reportado incrementos de hasta el 200% en sus ventas, reflejando una mejora económica significativa en la zona.