El turismo ecológico, también conocido como ecoturismo, se enfoca en la exploración y apreciación de áreas naturales con el objetivo de conservar el medio ambiente y mejorar el bienestar de las comunidades locales. A diferencia del turismo convencional, el ecoturismo promueve prácticas sostenibles que minimizan el impacto ambiental y fomentan el respeto por la biodiversidad y las culturas locales.
Entre las actividades comunes del ecoturismo se incluyen caminatas por parques nacionales, observación de fauna y flora, visitas a reservas naturales, y la participación en proyectos de conservación. Los ecoturistas suelen alojarse en alojamientos ecológicos, que emplean prácticas sostenibles como el uso de energías renovables, el reciclaje y la conservación del agua.
El turismo ecológico ofrece numerosos beneficios, como la preservación de ecosistemas sensibles, la generación de ingresos para las comunidades locales, y la educación de los visitantes sobre la importancia de la conservación ambiental. Al mismo tiempo, fomenta una relación más profunda y respetuosa entre los seres humanos y la naturaleza.