El reciente colapso en la bóveda del cenote de Xocén, en Valladolid, Yucatán, ha permitido descubrir detalles fascinantes de esta formación geológica.
Un equipo de espeleobuzos liderado por el arqueólogo Erick Sosa Rodríguez exploró el sitio y encontró hallazgos impresionantes sobre la estructura y condiciones del cenote. El cenote tiene 38 metros de diámetro y 36 metros de profundidad máxima, con un árbol de ceiba fragmentado y bloques colapsados en el fondo.
La turbidez del agua se debe a la suspensión de sedimentos y materia orgánica en descomposición. La bóveda del cenote exhibe espeleotemas como estalactitas de hasta 3 metros de largo, destacando la riqueza geológica del lugar.
El equipo se compromete a la conservación de los ecosistemas kársticos y aporta a la comprensión y protección de los cenotes y la planificación urbana en áreas con formaciones kársticas.