El queso de bola es uno de los principales estandartes de la cocina yucateca. Sin embargo, intriga que sea tan clásico, cuando realmente su origen no es Mexicano o yucateco.
Llegó a Yucatán en la época del Porfiriato, gracias a unos barcos holandeses que buscaban el aclamado “oro verde”, que en realidad era el henequén que era producido en Yucatán.
Cuentan algunos que en la época del auge henequenero en la península de Yucatán, unos barcos holandeses naufragaron en las costas de la península. –específicamnte en un puerto de Chetumal, Quintana Roo–. Dentro de los cargamentos que dichos barcos poseían, se encontraban quesos Edam, así como productos lácteos finos, como mantequilla en lata, entre otros.
Esto dió como resultado que el queso Edam, o de bola, se empezará a propagar en todo Yucatán de manera clandestina, por la necesidad comercial de mover dicho producto. También se piensa que el queso pudo llegar gracias a la gente de clase alta que, luego de sus viajes por Europa, traía dicho ingrediente con gran euforia y emoción a Yucatán.
Aunque no se sabe con toda certeza su origen, este queso es sin duda un elemento que los yucatecos adoptaron de manera perfecta y con los años, esto ocasionaría que se volviera un elemento esencial en muchos platillos típicos de Yucatán