El mexicano reconoció que necesita sentir el abrazo cálido de la afición de su país, que lo idolatra.
“Checo” Pérez es segundo en el campeonato de pilotos y corre para un equipo de Red Bull que ha conquistado ya el campeonato de constructores. Pero el piloto ha tenido un año difícil: Sin triunfos desde abril; rodeado por críticas constantes que recalcan su incapacidad de seguirle el paso a su compañero Max Verstappen; afectado por declaraciones insensibles sobre su herencia por parte de un dirigente de la escudería, y mencionado en especulaciones que lo mismo apuntan a su retiro que a su salida del equipo después de 2023.
“Estoy muy ansioso de ir al Gran Premio de mi país”, dijo el piloto tapatío.
La temporada del mexicano de 33 años comenzó lo suficientemente bien, con dos victorias en las primeras cuatro carreras. Algunos llegaron a considerar que aspiraba al título.
Verstappen acabó con ese sueño después de ganar 10 carreras en fila. El holandés ha igualado un récord con 15 triunfos en la temporada, luego de triunfar la semana anterior en el Gran Premio de Estados Unidos.
En la comparación ante el tricampeón mundial con quien comparte garaje, Pérez ha quedado eclipsado. Lewis Hamilton incluso amenazó con relegarlo del segundo puesto del campeonato hasta que el piloto británico de Mercedes quedó descalificado en Austin, donde había llegado segundo. Ahora “Checo” tiene una ventaja de 39 puntos sobre Hamilton con 4 carreras restantes.
Pérez ha subido al podio cinco veces desde mayo. Y aunque ha sido parte de la obtención del campeonato de Red Bull, Verstappen es tan dominante que bien podría haber obtenido el cetro para su escudería por sí solo.